La puerta se abre con un rechinido, a una habitación iluminada por un resplandor verde espeluznante. Pinturas mal dibujadas cuelgan de las paredes — con razón es un autor...
 
Hay un escritorio de madera contra la pared del fondo, y a lado de el una pila tambaleante de juegos de mesa, claramente caseros, con el nombre de Santiago. Un portal resplandeciente se arremolina sobre el escritorio, verde, espumoso e infinito, en lugar de una ventana. Produce un zumbido constante, como línea eléctrica de alto voltaje. Hay una cama pequeña en el piso junto al escritorio y una pintura diminuta de un gato que dice "Timbo".

Te acercas. En el escritorio, encuentras pergamino en blanco y una pluma. Te imaginas que escribir una carta y echarla en el portal la enviará directamente a Santiago. El aire frío te hace cosquillas en la nuca, un escalofrío baja por tu columna. 
es_MXES